Muchos han escuchado sobre la carboxiterapia pero donde y quien inventó la carboxiteropia
La aplicaciones subcutáneas de CO2 fueron realizadas por primera vez en 1932 en Francia, en la estación de Royat utilizando el gas natural de la estación termal para tratar problemas arteriales, venosos y las úlceras de piel.
En 1946 médicos de la estación termal señalaron y publicaron los beneficios reales de la Carboxiterapia en materia de celulitis, la patología estética de gran demanda en la actualidad.
Hentschel H.D publicó en Alemania, en los años 60 una serie de estudios clínicos en los que describía los beneficios de Carboxiterapia en los problemas cardiovasculares.
Si bien el tratamiento fue iniciado en Francia e introducido en Italia en 1990 por Berlotti y De Bernardi no fue sino hasta 1995 que el término “Carboxytherapy” fue acuñado por Luigi Parassoni durante el XVI Encuentro Nacional de Medicina Estética, realizado en Roma por la sociedad italiana de Medicina Estética.
En Francia el Instituto de Investigación Cardiovascular de Royat, institución especializada en investigación sobre Carboxiterapia en problemas cardiovasculares sigue marcando la pauta en cuanto al uso del CO2 para beneficio de la salud. Este instituto fue inaugurado en junio de 1946 y ahora con más de 60 años cuenta con estudios y publicaciones científicas que respaldan la aplicación CO2 en tratamientos médicos.
Desde entonces se viene trabajando con ella en el tratamiento de las úlceras vasculares crónicas o agudas, buenos efectos en adiposidades localizadas, celulitis, estrías, arrugas finas, queloides, marcas de acné y en la mejora y rejuvenecimiento de la piel.
La terapia consiste en microinyecciones de CO2 médico en la zona a tratar y tiene magníficos resultados en el campo de la Medicina Estética:
- Estrías (reconstruye el colágeno roto y ayuda a la re-pigmentación)
- Rejuvenecimiento de la piel ya que estimula la formación y reorganización de las fibras de colágeno y elastina. (facial, escote, manos)
- Celulitis (mejora la microcirculación y perfusión de los tejidos, aumentando el drenaje linfático y la lipólisis de los tejidos)
- Flacidez (estimula la producción y reorganización de las fibras de colágeno e incrementa la actividad del fibroblasto. Ideal para papada, brazos, senos)
- Telangiectasias, palillos de escoba, arañas vasculares
- Disminuye la grasa localizada gracias a su efecto de drenaje linfático (papada, brazos, abdomen, muslos)
- Secuelas de acné
- Arrugas (hiperoxigenación, creación de vasos sanguíneos, estimula la producción y reorganización de las fibras de colágeno e incrementa la actividad del fibroblasto)
- Párpados y Bolsas (drenaje linfático en bolsas, estimula la síntesis de fibras de elastina y colágeno con la consiguiente mejoría del tono y elasticidad de la piel)
- Cambio de coloración de las ojeras (revascularización de la zona regenerando los tejidos obstruidos)
Mediante una finísima aguja conectada a un aparato que regula la velocidad del flujo, el tiempo de infusión y la dosis. Este gas no representa ningún peligro, puesto que es el mismo que expulsa nuestro cuerpo a través de la respiración. Los tratamientos corporales suelen ser de unas 20 sesiones, que se suelen realizar dos veces a la semana. Los tratamientos faciales se realizan una vez a la semana. Cada sesión requiere unos 20 minutos y el paciente puede reanudar sus actividades habituales inmediatamente.
Los tratamientos no quirúrgico en el que se usa terapéuticamente el anhídrido carbónico (CO2) por vía percutánea, subcutánea o intradérmica. Se aplica para mejorar la microcirculación sanguínea en caso de úlceras vasculares, para reducir los tejidos grasos (mediante la ruptura de la membrana de la célula grasa) y para rejuvenecimiento cutáneo. En este último caso, se consigue una oxigenación que mejora notablemente la elasticidad de la piel. También se utiliza como complemento de la lipoescultura.